Life~ (Introducción.)

 

Yo siempre supe que él era vida...

 

 

Autora: HonnyChan (Honney483)

 

Clasificación: PG - 13        

Advertencia: Twc no relacionado, Angustia.

Género: Humor, Angustia, Lemon, Twc no relacionado.

Pareja Principal: Bill - Tom

 

Resumen: Yo siempre supe que él era vida

 

 

 

 

 

 
Notas de autora: Hola chicas!, bueno, esta es la intro de "Life" les dije que tenía un genero indefinido y por eso aún no podía subirla, pero hice unos arreglos y !Bam¡ lo logré, esta manera de escribir es un poco diferente a las de "Secretos" y "just like you", les explico, cuando el fondo está celeste o turquesa es porque Tom está hablando, cuando explica qué pasó y eso. Bueno, eso es solo en la intro, luego, luego, en el primer cap explicaré algunas cosas más detalladas, espero que logren no confundirse >< fly fly, shu shu voló voló – las echa a leer con las manos. – a leer!



Bien, les contaré bien como pasó todo. Desde el principio.

– Tom apúrate.


– Ya voy mamá... bueno, como les decía, les contaré todo, desde el principio...



　
– Vamos simons!, empúja, empúja! – gritaba el partero. –


– Mierda, no tan desde el principio – se sonroja. – perdón, perdón! – hace unos arreglos en la computadora. – perdón, fue mi culpa, perdón.



　

　

~1993~

– Mamá... di, mamá

– Mmmm –intentó decir el pequeño bebé. –

– Mmmaa – alentó Simons mientras arrastraba la eme. –

– Mmmma – la imitó el bebé, Simons sonrió. –

 

 

– Vamos Tommy, yo sé que puedes hacerlo – Sonrió Gordon quien estaba al lado de Simons. –

– Mmma... mamá – por fin logró decir el pequeño niñato, los padres sonrieron. –

– Oh, pequeño Tom – rió Simons mientras abrazaba a su pequeño bebé. –

– Crecerás para ser muy grande Tommy, heredarás la empresa de papi y serás un guapo hombre – Simons estaba realmente feliz. –

Mamá siempre creyó eso de mi, pero yo sabía desde pequeño que eso no iba a suceder, yo no estaba lleno de vida.

~200~

　

– Mamá no, no, no, no! – Negaba el rastrudo mientras se cruzaba de brazos inflando los cachetes, Simons suspiró cansada mientras se masajeaba las cienes, ya era la octava vez que Tom replicaba. –

– Tom, ya te dije que no servirá de nada lo que haces, ese niño estará aquí sin importar lo que digas. – volvió a repetir. –

– !No¡ !No quiero que esa cosa venga y me robe mi lugar¡

– Tom, nadie va a venir a quitarte tu lugar, comprende que ese niño no tiene hogar, además, ahora tendrás a alguien con quién jugar –Le dijo Simons, la discusión era porque Gordon esa noche traería a un niño a la casa, ellos decidieron adoptar a un niño después de que se enteraron que Simons ya no podía quedar embarazada, fueron a un orfanato cuando Tom estaba en la escuela, cuando vio a ese pequeño, sintió como si fuera su propio hijo, como si la vida volviera a ella después de ese lapso de tristeza que sintió cuando le dijeron que ya no podría volver a engendrar un hijo, cuando vio a ese pequeño, cunado habló con él por primera vez, se sintió muy viva, no tardó en hacer los papeles de adopción, después de unos días ya tenían a ese pequeño niño. Ahora Gordon estaba por llegar con el pequeño, cuando le informaron de la maravillosa noticia a Tom, éste se puso como loco gritando que ya no lo querían, que ese niño vendría y le robaría sus juguetes, y nadie, NADIE se metía con sus juguetes. –

En ese momento se escuchó el auto de Gordon, Tom y Simons se miraron hacia la entrada, la mujer se levantó y fue hacia afuera seguida por un Tom rojo de molestia.

– Llegamos – dijo Gordon mientras bajaba del auto y se dirigía a Simons, el ruido de la puerta del acompañante se oyó cerrar, Tom estuvo atento a ver quién era ahora su nuevo rival, un niñito de tez blanca se hizo notar, Tom lo fulminó con la mirada, era mucho más adorable que él, su cabello era negro como la noche misma, sus ojos eran color chocolate, su narisita era perfecta y algo rojita ya que era invierno. El pequeño se acercó a Tom y sonrió, sus labios rosados por un momento hipnotizaron a el pequeño rastrudo, pero negó con la cabeza y volvió a su expresión de seriedad. –

– Hola.. – su voz era suave, simplemente hermosa. – Soy Bill... creo que ahora somos hermanos –susurró mientras se aferraba a un osito que Gordon le había comprado antes de llegar, Tom apretó los dientes. El pequeño pelinegro tomo la mano de Tom y comenzó a jugar con ella separando sus dedos mientras que era observado por los dos mayores los cuales reían ante aquella tierna imagen que Tom decidió arruinar cuando apartó su mano enojado. –

– ¿¡Qué haces!? – Gritó Tom al momento de apartar su mano. –

– Tom, no trates así a Bill – Lo regañó Gordon, entraron a la casa donde una vez dentro obligaron a Tom enseñarle su habitación, tubo que obedecer. –

– Esta es mi habitación – dijo con fastidio mientras entraban, Bill corrió hacia los juguetes, Tom lo sabía, venía por sus juguetes !Lo sabía¡ .. –

– Woooww! – exclamó el pequeño pelinegro al ver todas esas repisas llenas de muñecos, juguetes, de todo. El rastrudo lo tomó del brazo y lo arrastró lejos de sus juguetes. –

– No te emociones, nunca los tendrás en tus manos maldito ladrón! – dijo Tom con los dientes apretados mientras miraba fijamente al menor, sus rostros estaban a solo 3 centímetros, el pequeño no lo estaba escuchando, estaba hipnotizado por los labios finos del rastrudo, no aguantó más, cortó ese espacio entre ellos y besó los labios del rastrudo tomándolo de las mejillas como había visto en las películas, todo pasó tan rápido, el rastrudo lo apartó sorprendido. – !Largo¡ – Gritó, ¿Cómo se atrevía a robarle su primer beso? El pequeño salió de la habitación, muy, muy feliz. –

Días pasaron y el odio de Tom hacia Bill era mas grande, después de ese "incidente" sentía asco y atracción, una combinación algo rara.

Fui un estúpido lo sé.

~Más tarde~

~ Ya te lo dije, Andy, él me robó mi primer beso! No es lindo! Deja de mirarlo! Andreas! HEY!, HEY! !AANDREEEAAAS¡ ~ Gritó el rastrudo mientras tomaba de los cabellos platinados de su amigo el cual miraba por la ventana embobado a el hermoso pelinegro que jugaba solo en el patio. ~

~ !Auuch¡ ~ Chilló el rubio mientras se daba vuelta ~ ¿Pero qué demonios te pasa?

~ Estabas mirándolo! ~Chilló el pequeño rastrudo mientras se ponía rojo de molestia. No iba a perder a su mejor amigo, Bill ya le había quitado a sus padres >Según él< No le quitará a su amigo ahora. ~

- ¿Y quién no lo mira? Hazlo tu! Verás que es hermoso... ~Dijo Andreas mientras suspiraba ~

~ No me importa, deja de mirarlo.

~ Mmm... solo déjame mirarlo 5 minutos más...
 

~ No, Además él es mas chiquito que tu y yo, Andreas. – Dijo Tom mientras lo jalaba lejos de la ventana, Bill tenía 8 años y ellos 10. –

– ¿Y eso qué? Ya veras, cuando seamos grandes, Bill y yo seremos novios, esto te beneficia a ti también porque Bill te olvidará y dejara de quererte, ¿Genial no? –de Respondió el rubio mientras sonreía, Tom tragó duro, sintió un dolorcito en el corazón cuando escuchó el "Bill y yo seremos novios" y el "Te olvidará y dejará de quererte" . –

– Si.. genial.. – susurró. –

Más tarde...  

 

Ya era tarde, Andreas se había ido hacía mucho y ya era hora de irse a dormir, Tom sentía como Bill se acomodaba detrás de él para dormir, ya que hasta que construyan una habitación para el pequeño, éste debía dormir con Tom.

~ Buenas noches Tomi – susurró Bill mientras besaba su mejilla, Tom siempre fingía dormir, nunca le decía buenas noches a Bill. – Sueña con los angelitos... – susurró en el oído de Tom, creyendo que éste estaba dormido, acarició su mejilla haciendo sorprender al rastrudo un poco ya que Bill nunca le hacía eso, el pelinegro se movió y quedó frente a él. – Hoy fue mi cumpleaños, ¿sabes?, pero no se lo dije a tu mamá y papá, ellos no saben mucho de mi, pero ya tengo el regalo que quería.. – "uno de mis muñecos" Pensó Tom. – verte dormir, tranquilo, sin que me apartaras ni nada de eso... – susurró mientras juntaba sus frentes, el corazón de Tom latía a mil, pero no sabía porqué no lo alejaba y lo echaba para que duerma en el suelo como hizo hacía unos días, algo lo impedía. – Te quiero Tomi ~Susurró mientras abrazaba a Tom quedándose dormido, las palabras de Andreas volvieron a su cabeza "Bill y yo seremos novios" apretó un poco el abrazo, "Te olvidará y dejará de quererte" acarició con la punta de su nariz la mejilla del dormido pelinegro. "Dejará de quererte" esa hacía eco en su cabeza, "Te olvidará" esa frase le dio miedo, pero Se supone que eso era lo que él quería, se supone que lo odiaba, pero en el fondo sabía que eso era mentira porque le encantaba cuando Bill le prestaba más atención a él, cuando Bill lo abrazaba, cuando Bill le transmitía vida, Solo esta vez, solo esta vez, se dará el gusto de abrazar y sentir el cuerpito de Bill contra el suyo. –

En la mañana...

El pequeño pelinegro se removió un poco entre los brazos de Tom hasta alejarse un poco, el rastrudo abrió los ojos encontrándose con Bill y su sonrisita tímida, se sonrojó hazta las orejas y lo empujó lejos de él.

– Tomi, me quieres – dijo Bill ilusionado ya que había amanecido entre sus brazos, Tom miró hacia otra parte. –

– N-no.

– Yo sé que me quieres, no puedes negarlo, me quieres como yo te quiero a ti! –dijo mientras se acercaba a Tom para abrazarlo, éste se alejó. –

– !NO¡ !ENTIÉNDELO¡ YO NO TE QUIERO Y NUNCA LO ARÉ, NO ERES NADA PARA MI! NO ERES NADA! NO ME IMPORTAS!, ¡YO NUNCA TE QUERRÉ, NUNCA TE VERÉ COMO UN HERMANO NI COMO ALGO MÁS¡ ! NO TE QUIERO¡ !VETE¡ ¡MUERETE! – gritó mientras empujaba a Bill causando que cayera de la cama y se diera la cabeza contra la pared dejando un pequeño rastro de sangre, su corazón se paró, se bajó de la cama a tropezones y fue hacia Bill, el cual lloraba en silencio. – Bill, hay dios, Bill, perdóname, no fue mi intención yo no quise hacerlo, perdóname – decía Tom mientras trataba de abrazar al pequeño pelinegro, éste retrocedía sin éxito ya que estaba contra la pared, ahora no quería estar cerca de Tom, le dijo que se muriera... Tom no sabía qué más hacer, Bill trataba de alejarlo. ~

~ Déjame, no me toques, no te quiero cerca de mi – lloraba el niñito mientras alejaba inútil mente a Tom, quién estaba comenzando a llorar. – Tu quieres que me muera, dejame, no me quieres, ya me quedó claro –lloraba sin control el pelinegro mientras seguía apartando a Tom. –

– No Bill, por favor, perdóname – lloraba el rastrudo, pero sus intentos fueron inútiles, el pelinegro dejó la habitación. –

Después de eso, Bill les rogó a Simons y Gordon que le dejaran dormir con ellos, pero ellos dijeron que podía dormir en el cuarto de visitas, y así fue, ahora ese cuarto era suyo.

Tom ahora se sentía vacío, sin vida, porque Bill le transmitía vida, la había cagado en grande, pero ¿Qué más podía hacer? Era solo un niño que de casi 11 años, gracias a eso Bill ya no lo quería, no quería estar cerca de él, pero... ¿eso no era lo que quería?

Me odio.

　

Continuará

Nota de autora:
Cháááááááán charán chan...

Cháááááááán charán chan...

¿qué les pareció? ¿ah? ¿AH? ¿AAAH? ¿Quieren pelea? ¿eh? ¿EH? Okno. Comenten
*o* las quiero, beshos, beshos, mil beshos